Layla Simón, la científica argentina que lidera investigación sobre el uso del cochayuyo como tratamiento para prevenir la metástasis

14/11/2025

A través de una investigación que se encuentra en su etapa final, Layla Simón, del Centro de Investigación Avanzada en Nutrición y Salud de la Universidad Finis Terrae, encontró un patrón que vincula a las algas pardas con la prevención de la propagación del cáncer.

Una de las grandes enfermedades que ha tenido un avance significativo durante los últimos años, es el cáncer. Así lo explicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), mencionando que se calcula que en 2022 hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer y 9,7 millones de muertes y que se estima que alrededor de una de cada cinco personas desarrollará cáncer a lo largo de su vida.

El cáncer es la patología principal, sin embargo, la metástasis es la principal causa de muerte. Las células cancerígenas tienen un cambio metabólico con mayor consumo de glucosa que les permite proliferar, migrar y hacer metástasis. En ese sentido, una investigación del Centro de Investigación Avanzada en Nutrición y Salud de la Universidad Finis Terrae (CIANS) liderada por la Dra. Layla Simón, habría encontrado en el cochayuyo un potencial tratamiento para prevenir esto.

En conversación con The Clinic, Simón explicó que “este proyecto de investigación nació de la unión de dos áreas de conocimiento. Por un lado, la doctora Salomé Mariotti había obtenido un extracto de algas con potencial actividad antitumoral”. Por el otro, afirma que, con el Dr. Andrew Quest, tenían un modelo que permitía probar el efecto anti-metastásico de este extracto de alga.

Layla Simón: “se inhibe la glucólisis y se reduce su potencial metastásico”

“Las células tumorales no tratadas tienden un metabolismo de la glucosa incrementado, lo que les permite migrar y hacer metástasis. Cuando las células cancerígenas son tratadas con el extracto de algas pardas, se inhibe la glucólisis y se reduce su potencial metastásico“, recalca.

Con respecto a los principales desafíos metodológicos, afirma que “quizás, como en todas las investigaciones, el desafío es el tiempo. En el sentido de que se necesitan varias repeticiones de los ensayos para lograr un resultado fidedigno. Sin embargo, los colaboradores han logrado que el trabajo fluya y las metas se cumplan en los tiempos propuestos”.

“Actualmente, tenemos resultados a nivel celular y animal. Luego, se debe analizar el potencial efecto en humanos como un nutracéutico o fármaco coadyuvante con ensayos clínicos”, añade.

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